Es invierno, llueve, el agua cae en los cristales, el viento golpea las persianas. Desde hace tiempo en la calle se observa una figura, la silueta de una niña que observa dia tras dia el joven almendro que vela bajo su ventana. Hace frio y ella esta triste.
"¡sal a jugar niña pequeña!" -le dicen sus vecinas-
Pero su madre no la deja, ella corre a su habitación y escribe una dulce historia en la que se pone como protagonista. Esa noche hace mucho mas frio, y tras pasar mucho tiempo escribiendo su historia, cae enferma, todos velan su vida, y de fonde en la ventana se ven las ramas de un joven almendro.
Pasan los años, la pequeña casi ha olvidado su infancia, pero aun sigue en la ventana observando el almendro.
Malos tiempos se cruzaron en el camino del pobre arbol, marchitando sus flores, y quebrando sus ramas, al ver que el almendro estaba mal, intento avisar a su madre, pero no la oia, aunque el pobre almendro logro curarse con el cariño y el tiempo que la niña le dedicaba.
La joven niña ahora es una mujer, no recuerda nada, pero aun sigue en la ventana observando aquel almendro, pasaron muchos inviernos, hasta que un año en esa ventana hizo mas frio de lo normal, pues la pequeña niña se mudaba.
Empaquetando sus cosas encontró un pequeño cuaderno, donde en letra borrosa, torcida y tinta corrida por las lagrimas, se traducia el titulo de una dulce historia, en aquel momento ella se acordo de su arbol, y vió que su almendro siempre esperaba bajo su ventana, hiciera frio o enfermara, el titulo de la dulce historia era "kala, el hada alegre."
