Con escudo en mano, y espada en vaina a punto de ser usada, me atrevo con el lunes, prometo no relajarme, prometo ser constante y no hablarte, prometo que pase lo que pase no soltare ni una lagrima más, prometo que dejare de prometer para hacer mi corazón mas fuerte y autoconvencerme que no tengo que ser mas fuerte para no darme cuenta de que no me quieres.
Al final creo que no lucho contra ti, si no contra mi, por eso al final siempre ganás porque las dos llegamos al mismo punto de partida.
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